jueves, 13 de octubre de 2011

SALMO 3.1416

Yo no sé si soy un santo
ahora que mis memorias urgentes
resucitan de un génesis distópico,
aún padezco nazarenas crepitaciones
feroces estruendos y rebeldes sigilos
vacíos en donde abunda la réplica
y una angustiosa impaciencia
no me quedan huesos sagrados
más son las pieles que me incendian.
¡Yo no sé si soy humano!

Yo no sé si soy un santo
ignoro si fui fosa de algún biberón
bestia indomable, ángel bohemio
soy libre como el viento surfista,
aún me asustan tus filudas miradas
aún escucho tus murmuraciones
y en la lluvia de devotos censores
han quedado mis apócrifas plegarias,
oraciones de un alma puritana.
¡Yo no sé si soy humano!

Yo no sé si soy un santo
aunque el trópico justifique mi edad 
el llanto me guarece en la fiesta
porque sufro siglo por siglo
sin amenes bilingües
y apenas he visto un mesías
torpe como el albatros cojo
tortura mi envilecido rebaño
con pantallas de vidrio templado.
¡Yo no sé si soy humano!

Yo no sé si soy un santo
aunque suelo ser holocausto
sequías y truenos a mi paso
reyertas en mi frutero mercado,
en mi cabeza coronada de espinas
brota sangre de licántropo,
el cuero feroz de mi látigo
se exilia en el cofre de pilas
profecía de mi santo cigarro.
¡Yo no sé si soy humano!

Yo no sé si soy un santo,
mis laceradas manos marcianas
se lavan con tu tóxica saliva
son mis ojos dos huevos
llorando tierra y petróleo,
mi corazón laico
mitad flor de metano
mitad nube de carbono,
no me libera de tus pecados.
¡Yo no sé si soy humano!

Yo no sé si soy un santo
o si ya soy un cadáver
el eclipse del último cielo
suenan trompetas en mis oídos,
en medio de mi apocalipsis
me envuelvo en pergaminos
¿quién es dios?¿quién soy yo?
El santo al que Judas lloró
o el Cristo del cáliz amargo.
¡Yo no sé si soy humano!