Yo no sé si soy un santo
ahora que mis memorias urgentes
resucitan de un génesis distópico,
aún padezco nazarenas crepitaciones
feroces estruendos y rebeldes
sigilos
vacíos en donde abunda la réplica
y una angustiosa impaciencia
no me quedan huesos sagrados
más son las pieles que me incendian.
¡Yo no sé si soy humano!
Yo no sé si soy un santo
ignoro si fui fosa de algún
biberón
bestia indomable, ángel bohemio
soy libre como el viento
surfista,
aún me asustan tus filudas miradas
aún escucho tus murmuraciones
y en la lluvia de devotos censores
han quedado mis apócrifas plegarias,
oraciones de un alma
puritana.
¡Yo no sé si soy humano!
Yo no sé si soy un santo
aunque el trópico justifique
mi edad
el llanto me guarece en la
fiesta
porque sufro siglo por siglo
sin amenes bilingües
y apenas he visto un mesías
torpe como el albatros cojo
tortura mi envilecido rebaño
con pantallas de vidrio
templado.
¡Yo no sé si soy humano!
Yo no sé si soy un santo
aunque suelo ser holocausto
sequías y truenos a mi paso
reyertas en mi frutero
mercado,
en mi cabeza coronada de
espinas
brota sangre de licántropo,
el cuero feroz de mi látigo
se exilia en el cofre de
pilas
profecía de mi santo cigarro.
¡Yo no sé si soy humano!
Yo no sé si soy un santo,
mis laceradas manos marcianas
se lavan con tu tóxica
saliva
son mis ojos dos huevos
llorando tierra y petróleo,
mi corazón laico
mitad flor de metano
mitad nube de carbono,
no me libera de tus pecados.
¡Yo no sé si soy humano!
Yo no sé si soy un santo
o si ya soy un cadáver
el eclipse del último cielo
suenan trompetas en mis
oídos,
en medio de mi apocalipsis
me envuelvo en pergaminos
¿quién es dios?¿quién soy
yo?
El santo al que Judas lloró
o el Cristo del cáliz amargo.
¡Yo no sé si soy
humano!