sábado, 5 de diciembre de 2020
FEEDBACK
domingo, 15 de noviembre de 2020
LA GENERACIÓN DEL BICENTENARIO
No olvidaré estos días de incertidumbre por culpa de un grupo de políticos golpistas que querían repartirse mi país. No olvidaré que los jóvenes hemos hecho historia. No olvidaré las marchas. No olvidaré los heridos, los desaparecidos y los muertos que nos dejaron. No olvidaré las arengas en las plazas y calles. No olvidaré la bomba lanzada cobardemente. No olvidaré el gas. No olvidaré mis ojos ardiendo, gimiendo, llorando. No olvidaré a la compañera anónima que empapó la manga de mi chompa con vinagre para lavarme la cara. No olvidaré al gobierno corrupto, al policía asesino, a la prensa vendida. No olvidaré los argumentos de mi madre para que no vaya a defender lo que considero justo. No olvidaré mi promesa de regresar sano y salvo a casa. No olvidaré a Merino, a Flóres-Aráoz, a Rodríguez, a Acuña, a Fujimori, a Vega y a Luna, ni a los 105 pericotes hambrientos de poder. No olvidaré a Vizcarra pecho frío agachando la cabeza para entregar la patria a la cloaca del Congreso. No olvidaré cómo vamos a recibir nuestro bicentenario.
No olvidaré a aquellos amigos, compañeros, familiares y profesores que tomaron partido en favor de la democracia, participando activamente de las protestas y en las redes sociales, exponiéndose física y virtualmente. En especial, nunca olvidaré a aquellos que, al contrario, emitieron opiniones tibias o se quedaron mudos frente a una situación de caos, apoyando así esta afrenta contra la democracia. No olvidaré que muchos de estos dejaron de lado su discurso cojudo de "yo no hablo de política" cuando la sangre ya estaba derramada, en medio de perdigones y banderas mancilladas. Claro que es importante hablar de política y ahora más que nunca. La voz del pueblo ha ganado y seguiremos luchando porque sí; se metieron con la generación equivocada.
Congresistas, vamos por ustedes. Queremos una nueva constitución y que se vayan todos los corruptos.
domingo, 25 de octubre de 2020
miércoles, 23 de septiembre de 2020
23 DE SETIEMBRE
Como naranjas de papel
una melodía en la pared
bailando
suda mi cara
los perros ladran por verme partir
me aman
como aman morderme la pierna
herirme el alma
me miras ahora que mis muñecas me besan
y se confunden con la navaja
me miras ahora que el vacío es mi cama
y caigo preguntándome si me piensas.
miércoles, 12 de agosto de 2020
POEMA XXVII
jueves, 30 de julio de 2020
AMÉN
Al abismo le han llovido las olas. Un dragón se ha posado en mi cabeza. Un dragón. El abuelo se ha quedado echado en la cama lamentando sus estornudos. Se mece en la aguja de la generación perdida. Se mece y yo lloro con él. Un sueño que me acoge en la última estación. Odio tener estos granitos en todo el cuerpo. Aunque odio más tener que hablar, comer, conectarme con los demás. Actuar como lo hacen los demás. Un fastidio. Solo quiero llorar y dormir y luego despertar para seguir llorando. Que mis lagrimitas pedazos de velas de la capilla de la cruz de mi espalda adolorida y este peso en los hombros. Quisiera ser de la nada un estornudo del abuelo y morir en el aire como mueren los pescados que se ahogan con el abrazo del mundo. Amén, me digo. Amén porque ya no sé qué hacer.
jueves, 18 de junio de 2020
CREDO
Creo en un dios
y en los inviernos en los que solo me he cubierto con toallas,
en el meo vespertino
de los ambulantes que deberían ser mandados a la guerra
a veces una gaseosa es todo y el vaso descartable es nada
pero sigo aquí
buscando las respuestas
al pie del alicate
rodeado de párvulos poetas
y de flores negras
que lloran y se quejan.
Creo en el valle de lágrimas
y en la fortaleza de las golondrinas que huyen de mis estornudos
en el síndrome de una bandada de fetos alterados a la hora del recreo
dientes que se convierten en cuchillos y cuchillos en espadas
y en los gérmenes que dejamos en las sábanas
en las glorias posteriores
que me nacen con la muerte,
creo en la tanta esperanza
de los que guardamos sombreros en la frente.
domingo, 31 de mayo de 2020
ÍTACA
martes, 14 de abril de 2020
ABRIL
y aquí ya no hay amor
me dice el peine
que soy parte del problema
y nos están matando
las gárgolas del desayuno
nos están matando
me siento mal
y soy el peor
tomo mis brazos de marioneta y me abrazo
un canto de zancudos que revienta
en este hoyo en el que me he metido
me siento mal
te digo mirando en el espejo mis cicatrices
me siento mal, te repito
y me estrechas la espalda
y me besas
y me dejas
me siento mal, decía
y hoy me siento peor.