domingo, 30 de diciembre de 2012

MISTERIOSO AMANTE

PRESO DE SUS MIEDOS
SU BOCA ES UN SEPULCRO
Y SUS NOCHES SUDOROSAS, POLVO
VUELVE SU CAMA EL CIELO DE LA PERDICIÓN
Y LLUEVE, EN SILENCIO, LLUEVE
LLUVIA ÁCIDA
ROCAS HECHAS DE PECADO
QUE EL VIENTO LO LLEVE
A DONDE QUIERA SOPLAR
AL NORTE, AL SUR
LA TINIEBLA O LA LUZ
AL BOSQUE QUE NACE DEL MAR,
PORQUE ES SU PIEL EL VERDADERO CAMINO
QUE HAN DE RECORRER LAS MANOS DEL MUNDO,
LO HAN DE VOLVER BLANDO,
LO HAN DE VOLVER OSCURO
ATADO A LA ORILLA DEL DESTINO
SENTADO, O DORMIDO
LOCUAZ O SIN VOZ 
HA DE ESPERAR EL TONTO CRETINO
LA AYUDA QUE AGUARDA DE DIOS
Y EXTENDERÁ SU LENGUA
Y SABOREARÁ MI CARNE
BAÑADA DE ROCK AND ROLL
O ACASO DE ELECTRO POP
Y CONTAGIARÁ SU SALIVA CON SAL
Y BEBERÁ LA SANGRE QUE BOMBEA PACIENTE EN MI CORAZÓN
LO TOMARÉ DEL BRAZO
ARRIBA YA ESTÁ
BAILAREMOS DEL SÁBADO SU CANCIÓN
DANZA SENSUAL QUE MI ALMA ANIMARÁ.
TE RUEGO DIVINO, QUE NO TERMINE ESTA ESTACIÓN
QUE AUN NO QUIERO DESPERTAR
QUE AUN NO QUIERO LLORAR
AMEN DEL TIEMPO QUE ME SEÑALA
LA POBRE VÍCTIMA DEL SOÑADOR
QUE CONOCIÓ EN LA HUIDA DEL SOL
A RECOGERLO DEL MULADAR
SU OLOR, SU OLOR
A ROSAS NEGRAS QUE SE HAN DE MARCHITAR
Y AL VIAJAR LAS MANECILLAS DEL RELOJ DE LA CATEDRAL
HE VESTIDO MI CARNE CON SU SUDOR
ÉL ES MOVIMIENTO Y YO TEMBLOR
Y NUESTROS CUERPOS UNA ESTÚPIDA EXPLOSIÓN
FUEGO DE VERANO AFLORA POR LOS POROS
Y MIS LABIOS QUE RECORREN LOS SENDEROS DE SU SER
NO IMPORTA YA
AUNQUE PUEDO PERDER
QUE SU ALMA HAYA VIBRADO EN MUCHAS CAMAS
SI LA NOCHE QUE DE HOY ESCAPA
ARDERÁ VIVO SU ESPÍRITU CON MI PASIÓN
SOBRE LAS SÁBANAS MANCHADAS DE PERDICIÓN
QUE CUBREN LA ALCOBA DESEADA
ME AMA, ME AMA
Y YO AMO LO QUE AMA
SU SEXO, SU AMOR
SU LUJURIA Y SU DRAMA
ME TOMA Y ACABA
AHORA SE QUE SOLO SOY
SU VISITANTE Y SU PRISIÓN
ME LEVANTO DEL SUEÑO PROHIBIDO
FUGAZ, BREVE, EFÍMERO
ME SIENTO HERIDO
ALEGRE Y COMPLACIDO
TOMO MIS COSAS Y ME VOY
CON LA PROMESA DE VOLVER 
HA SIDO TODO POR HOY
MISTERIOSO AMANTE
DESCONOCIDO QUERER
AYER HE MUERTO EN TUS BRAZOS
MÁS MAÑANA CUANDO TE NECESITE
TE VOLVERÉ A TENER.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

YO SOY AQUEL


Yo soy un grano de arena en medio del desierto inhabitable de mi piel, soy la roca marina que se deja bañar cada vez que el sol escapa del infierno para posarse detrás del mar de tus lágrimas. Yo soy aquel que le cambio de nombre al amor y lo llamo ilusión, yo soy el ayer, y seré también mañana. Soy luz y penumbra, a y z, yo soy aquel que al despertar pierde la visión y al desayunar se encuentra con ella. Yo soy aquel. Yo soy el otro, yo soy el que existe y el que vive en medio de la fantasía. Yo soy el que baña el lunes con su sudor, y refresca el sábado con el alcohol. Yo soy a veces el mismo alcohol que reposa en los estómagos calientes de la gente desinteresada del dinero. Yo soy, a veces también, el sudor y su sal que brota de la piel de gente interesada, que trabaja por dinero.
Yo soy un libro. El mismo libro que tienes abandonado en un rincón de tu estante y que nunca has leído; ese soy yo. Nunca me han leído, pues suelo ser aburrido, puras letras de imprenta y nada de “dibujitos”. Yo soy un lápiz. Un lápiz caprichoso cuya punta filuda se quiebra cuando menos lo esperas, en el momento en que empiezas tu examen, en el momento menos pensado, me quiebro. Coge el sacapuntas que dentro de mí hay más. Yo soy aquel sol mañanero que se cuela por la ventana,             que envía a sus rayos calientes a joderte la cara, primero cuando aún estás en tu cama, luego cuando ya estas soportando el aire de la calle. Soy poderoso, te quemo, te quemo, te dejo marcas en la piel, te relleno de calor, hago que tu piel arda y llore, hago que apestes, báñate de una vez, porquería.
Yo soy un plátano. De esos plátanos que han aplastado cientos de botas y que se halla destrozado en el suelo del mercado, embarrado, casi sin pulpa, asqueroso, ¿me comerías? Yo soy el mendigo pobre que viene deambulando en busca de alimento por muchos mercados, y que llega a pisar el plátano, y que lo come, y que dice que estuvo rico, y que luego continúa con la manzana podrida de la bolsa de basura que se desparrama cerca al poste de luz de aquel tercermundista mercado. Yo soy el mendigo y su plátano.
Yo soy el reloj. El tétrico reloj que reposa en una mansión vieja y tenebrosa. Una mansión a la que solo llegan fantasmas para confabular sus travesuras. Yo soy lo que está dentro del reloj. Y soy el tiempo. El temido tiempo. Aquel tiempo lejano o cercano que te obliga en el apuro y en el descanso. Que te despierta del sueño por la mañana para hacerte correr, porque se hace tarde. Aquel tiempo dual que cuando estás en el trabajo demora lo que demora un siglo, y cuando estás en tu casa, sobre tu cama, haciendo el amor, o acaso masturbándote, no demora casi nada, es más, pasa volando. Ese soy yo, el tiempo que se pasa volando por el cielo oscuro de tu estúpida vida.
Yo soy la enfermedad. Tal vez una gripe o acaso el mismo sida. Te hago daño. Soy el virus que te obliga a vomitar, a tener escalofríos, a gastar tu dinero visitando el hospital. Yo soy la sonrisa dibujada en la cara del doctor que empieza a recetarte pastillas tras pastillas, analgésicos tras analgésicos, inyecciones tras inyecciones… ¿crees que me interesa si te mueres?, no, pues no me interesa, a mi me pagan por atender vidas, no por salvarlas. Yo soy, luego, al ataúd que reposarás. Inerte estarás, llorando reprimidamente en el cofre de madera que mi figura de carpintero talló. Yo soy el cura parsimonioso que oficia tu última misa. Que lamenta tu muerte, y que piensa en el dinero que tus padres o tus hijos le darán a la luz de las nubes densas que llenan la bóveda del cementerio. Que descanses en paz, y no diré que yo soy la paz. No, no soy paz.
Yo soy aquel policía de pie que está en la esquina de la avenida. Que mira la escena de un asalto, que se hace el ciego, que deja que el malhechor maldito y criminal robe, viole y mate a una mujer, o tal vez a una niña, pero que aún con todo, prefiere permanecer inmóvil ante el atraco, pero parece animoso cuando impone papeletas y recibe la coima. A veces también soy el malhechor. Tremendo ser bestial que no se indigna de hurtar lo que no le pertenece, que tortura con su aparato sexual a las niñas indefensas de piel rosada, y no le importa matar, total, cuando llegue a anciano se arrepentirá y Dios lo perdonará. Yo soy la niña a la que ultrajó y mató. No tengo mayores comentarios sobre ella. Pobre.
Yo soy el presidente del país. Yo soy quien te gobierna. Yo soy quien te manda. Yo soy aquel que vive una vida de lujos, que anda en carros blindados, que come delicioso, que viste ropa de marca, que viaja por todo el mundo, que juega videojuegos en su casa de playa, que se acuesta con las mujeres más apetecibles, que escucha a Beethoven, que va a conciertos de música clásica en Italia, que va de compras a Paris, que tiene cuentas millonarias en los mejores bancos de Suiza, que juega golf en los Estados Unidos. Pero también soy aquel que aparece de la mano carismático con mi esposa y mis hijos a la puerta de la jefatura de gobierno, que lamenta la muerte de soldados en el frente de batalla, que viaja a la sierra a inaugurar obras de alcantarillado, que juega fútbol descalzo en un asentamiento humano de la periferia de la capital, que viaja a los países subdesarrollados a firmar tratados mineros, que baila huaynos y tonderos en las fiestas patronales a donde lo invitaron, que dice con orgulloso ahínco “Yo nací en un pueblo lejano y pobre, me hice desde abajo, y ahora estoy acá, comandando mi gloriosa nación”. Ese soy yo, el estúpido mentiroso al que le pagan todas las cabezas que habitan esa misma nación. Ese soy yo, el hombre más poderoso, el que lleva la banda roja y blanca al pecho, ahí donde está su corazón. Si es que tiene corazón, claro.
Yo soy aquel que escribe éstas líneas. Yo soy mis manos, las mismas manos de las que salió este discurso, yo soy los pies que anduvieron los tramos que me hicieron ver la realidad del mundo. Yo soy mi piel, arrugada y mancillada, tocada por miles de manos. Yo soy cada hebra de mi alborotado cabello, yo soy cada noche que sueño, cada suspiro que tomo, cada mirada que veo, cada palabra que digo, cada queja que soporto, cada lagrima que lloro, cada día que vivo, cada hoja que leo, cada sonrisa que te arranco mientras lees este, mi escrito. Yo soy aquel que le cambió de nombre al amor y lo llamó dolor. Yo soy aquel que vive por amor y que muere cada vez que siente dolor. Yo soy la soledad que vive entre el amor y el dolor. Yo soy el padre que me dejó, la madre que me rechazó, la penumbra que llovió, el mar que se salió. Yo soy el profesor que me regañó, el amigo que me insultó, el carro que se estrelló, la semilla que se pudrió. Yo soy lo que fui y seré lo que soy. Yo fui. Yo soy. Yo seré Jorge Pérez.

sábado, 8 de diciembre de 2012

BARBIE

A ESTAS ALTURAS PUEDO DECIR, CON TOTAL SEGURIDAD, QUE ESTA FELINA SEÑORITA FUE, ES Y SERÁ EL GRAN AMOR DE MI VIDA.

viernes, 30 de noviembre de 2012

YA FUE

Simplemente fue. Lo que un día alimentaba mi espíritu, si es que acaso tengo, corrió por la ventana del olvido para no volver jamás. Recuerdo, ahora, sentado frente al monitor de mi computadora y mirando los botones del teclado; lo feliz que fui. O acaso lo tan ilusionado que estuve. Miro a un costado, miro el techo, sonrío como idiota por tener en mi mente nuestras caminatas juntos, de pronto gruesas lágrimas rosan mis mejillas al despertar y darme cuenta que lo que viví de tu mano, de tu boca y de tu piel, fue la más deliciosa mentira que el ser humano haya podido confabular.
No. Ya no estás. Tal vez ya no estás ni siquiera en mi corazón, pero por esas extrañas razones de la vida que escapan a la voluntad, aun sigues en mi mente. ¿Por qué? No, no preguntes, pregúntale a mi mente, a mi conciencia, o a mi cerebro, aunque dudo que respondan tus interrogantes. ¿Qué culpa me obliga a recordarte? La misma culpa que me obligó a amarte estos veintitantos días, que me obligó a mirar el mismo cielo que a tus ojos era azul, serenidad. Tu mirada de serenidad; la bala disparada desde el centro de tu rostro huraño, que depositaba su dulzura en los labios que abrían mis deseos, que gesticulaban cada palabra encriptada en tus deseos; ver la noche junto a mí, de madrugada.
Debería callarme. Lo haré tal vez en diez minutos cuando termine de escribir esto. Te hubiera escrito miles de cosas. Te hubiera nombrado en miles de canciones, en miles de poemas. Hubieras sido el protagonista de mis historias amadas del papel, hubieras sido el cazador de mis memorias, el guardián de mis relatos. Pero la vida, o acaso Dios, nos negaron esa posibilidad, esa posibilidad de ser el uno del otro, de ser el complemento del amor, de ser mitad y mitad, la pareja de ensueño, Febrero y Agosto, A y B, o quizás Z. La piedra que se montaba en la roca para poseerla, a pesar de ser inertes. El mar indeciso que besa la arena para provocarla. La luna que huye despavorida del calor del sol.
A veces, en estos días de orgullo, me pregunto qué me hizo amarte tanto y porque la herida en mi aún sigue abierta. Le pregunto a mi corazón, y se echa a llorar. Le pregunto a mi razón y me pide que sólo te olvide, que ya todo esto, mañana pasará. A veces, en estos días en los que me escudo en el orgullo, asoma en mí la idea de verme un valiente hombre que se atrevió amarte, a soportar tu indiferencia primero, y luego tu acecho permanente. No digo que fue difícil, fue, digamos, especial. Asoma también la idea de verme un cobarde hombre que aun ahora no se atreve a llamarte, que aún ahora no se atreve a saber de ti. Un hombre vencido por las circunstancias, que olvidó cualquier pizca de esperanza. “No sé si soy valiente, o soy cobarde… quererte tanto y, tenerte que olvidar… (Sic)”
Jamás olvidaré tu modo rebelde de hablar. Jamás olvidaré la temperatura de tu mano amarrada a mi mano. Jamás olvidaré cuando besabas cada rinconcito de mi rostro redondo, vacío. Jamás olvidaré que el mar fue testigo tres veces de nuestro amor. Jamás olvidaré tu nombre extranjero dos veces corregido. Jamás olvidaré tu gran sabiduría ávida de más. Jamás olvidaré las noches eternas en las que tu carne ardía mi cuerpo como papel, con el fuego a flor de piel, con tus besos peregrinos recorriendo los senderos de mi figura, tu alma volviéndose mi alma. Jamás olvidaré la última noche cuando dijiste “Tengo que terminar contigo” y más tarde luego de andar juntos también por última vez “No cometas ninguna tontería”… no te hice caso, ahora cometo muchas tonterías, la principal, a mi pesar sigo pensando en ti.
Hoy sólo sé que por alguna extraña razón que desconozco ya no soy de tu agrado. Sé que tal vez me odias. Sé que ya no piensas en mí. Sé que ya ni te acuerdas de este “Jorge”. Sé también que ya no puedo seguir lamentando mi pésima suerte. Espero quedes tú y todo tú encerrado en estas lastimeras líneas. Hoy sólo aguardo tu amistad. A mí también el amor se me fue. Y ya fue.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

MOSCA

Desapareces,

entre rugidos de viento enamorado

que falsifican tu figura peregrina

obsesión escondida

saeta punta roma

lapicero de tinta roja.

¿Soy acaso yo tu alimento del día?

Deja ya de tocar mi piel impía

de tul

tu cielo jamás volverá a ser azul.



Por aromas repulsivos de mi estanque

has llegado a espiar mis sentimientos

arenosa del desierto

bazofia pura

tu sed te acusa

y yo sin darme cuenta agua te doy

ingenuo espectro del líquido soy

en mi casa

la noche se vuelve nuestra mordaza.



En medio de esta merienda particular

y sentado a la mesa que es sagrada

cuenta no me daba

de tu rauda visita

que me moviliza

y además comes de mi propio pan

llenas tu incierta barriga en tu afán

demente

ponte tu antifaz y vuela delincuente.



Vagabunda ave dispuesta a molestar

siempre quieres lo que no tienes

miserias son tus bienes

que no perdonan

te salvan, te ahogan

y haces en mi espalda una carretera

te sigues posando en ella, usurera

bruja

dejas el rastro que tu envidia dibuja.



No hay día que de ti logre liberarme

estás con el sol y con la luz nocturna

sanguijuela de luna

te multiplicas por mil,

quisiera ser un fusil

de tan certera vista violenta

para llenarte de plomo la cabeza

nube gris

anónima alma que me hace infeliz.



¿A dónde llevas las migajas de mi amor?

¿Qué misterio guardas en tu aspecto

de repulsivo insecto?

De promiscuo corazón.

¿Fuiste divina creación?

Ágil, liviana, material inquilina

tu famélica burla me calcina.

¿Gozas?

Apártate de mi vera duda mentirosa.



Regresaste,

falsa mariposa tienes rabia en la boca

y aún ignorando lo que tú escondes

en tu refugio de monje

entiendo que serás

la vida efímera y letal

que tu muerte sea en unas horas

no te hace eterna, alienígena luchadora

espanto

seguiré aplastando con mi mano tu llanto.


martes, 30 de octubre de 2012

LANA DEL REY - MILLION DOLLAR MAN

ÉSTA MUJER ESTÁ DROGADA, POR ESO ME ENCANTA.


You said i was the most exotic flower 
Hold me close in our final hour 

I don't know how you convince them and get them, boy 
I don't know what you do, but you're unbelievable 
I don't know how you get over, get over 
Someone as dangerous, tainted as long as you 

One for the money, two for the show 
I love you honey, and so i'm finally ready to go 
How did you get that way? i don't know 
You're screwed up, you're brilliant, 
You look like a million dollar man, 
So why is my heart broke? 

You got that world baby i reprise 
Something so strange, it's hard to be fine 

It isn't that hard boy, to like you or even love you 
I will follow you down down down, 
Why? cuz you're unbelievable 
So if you're going crazy just grab me and take me 
I would follow you down down down, like anywhere anywhere 

One for the money, two for the show 
I love you honey, and so i'm finally ready to go 
How did you get that way? i don't know 
You're screwed up, you're brilliant, 
You look like a million dollar man, 
So why is my heart broke? 

I don't know, 
You're screwed up, you're brilliant, 
You look like a million dollar man, 
So why is my heart broke?

lunes, 15 de octubre de 2012

ME QUIEREN CORTAR LAS ALAS


Quieren volverme la piedra pesada al costado de la puerta para mirar, en paz, la vida que se confabula allá afuera. Quieren que mi voz sea polilla y mi olor un “nunca más” detrás de la pared. Quieren hacer una fiesta en mis narices y dejarme con las ganas de bailar. Quieren que mi vida sea como la vida de la silla que nunca jamás en su vida de madera pudo ver el mar. Quieren encerrarme en la prisión fantasmal del grito y de la tragedia, verme arrastrar por debajo de las miradas de quien me posee para suplicar, para pedir perdón, para implorar misericordia, ¡Déjenme salir! Allá afuera esta mi mente, mi cerebro, todos mis órganos, mi cuerpo, y aquí, y aquí tan sólo soy polvo.
Me quieren torturar. Quieren dibujar sobre mi piel el castigo de una bestia impaciente por culpar. La bestia me acecha, controla mis sentidos. Cuenta cuantas veces he tomado del aire para refrescar mis pulmones y soplar. Cuenta cuantos pasos he de andar en lo angosto de mi celda para distraer mi absurda conciencia. Cuenta las monedas solitarias que reposan temerosas en mi bolsillo. Cuenta lo que existe, mide lo que es, y si no existe nada que contar, lo inventa, lo crea, me vuelve un hombre de mentiras. Bestia cana que dobla sus rodillas para quejarse de sus dolores y que advierte en su mente villana la elaboración de historias que laceran mi honestidad. Yo soy honesto, no digo mentiras, salvo un “Te amo”. Pero no digo mentiras, sólo las repito. Las repito porque no me queda de otra. Si digo la verdad, al menos esta verdad, la primera bestia, la segunda, la tercera., la número diez mil quinientos, y todas las bestias que respiran el aire de mi mundo, ¡Todas! Cogerían una piedra y apuntarían sus vistas a mi humanidad, y me arrojarían rocas inclementes que bañarían de sangre mi piel. Son bestias, pues.
Entonces no tenía por qué abrir la boca. Me quedaba callado y murmuraba una falacia, luego una oración, y me escapaba. Más ahora, las alas que de mi espalda brotan quieren cortar. Quieren cambiar su blanco nieve por el gris ceniza del olvido. Me quieren cortar las alas, me quieren dejar sin viento, me quieren… no, no me quieren, sólo quieren mis lágrimas, sólo quieren aburrirme. Sólo quieren mi infelicidad. Adiós entonces, paz.
Me quieren encadenar a mi cama doblemente peligrosa, a la silla del comedor. Me quieren amarrar con cadenas que dejaran marcas en mi cintura, en mi cuello, en mis muñecas y en mis tobillos ¿Qué quieren de mí? A menudo me pregunto, y hoy señalo que la respuesta no está ni en mi corazón, ni en el de ellos, la respuesta está, en algún lugar está. Tal vez está en mis alas, aquellas alas que me quieren cortar.
Es cierto que caí, cuál ángel, o acaso demonio, del cielo que se alumbra con las estrellas del norte, desde ahí llegué a sus pies, y a mis pies arrojaron migajas de pan que almorcé. Es cierto también que me recogieron y me socorrieron de la desgracia. Curaron mis heridas con sal. Me dieron de comer, me dieron de beber, limpiaron mis alas y me ofrecieron un lugar donde soñar. Es cierto, aun ahora que ya soy parte de ellos, que lloro por serlo y ruego ya no serlo, es cierto todo, y a la vez, nada. Porque nada fui, algo soy y pronto seré, nada, mañana volveré a ser nada. Ojalá que cuando despierte ahora que dormiré, sea mañana, para volver a ser nada, o tal vez un poco de arena residuo de mis blancos huesos y mis grises alas. Añoro mañana porque sé que entonces y sólo entonces, no habrán bestias que quieran mis alas cortar. Mi alma, mi espíritu, yo, Jorge, volaré sobre sus cuerpos amorfos con mi rastro invisible y viajaré a donde mi capricho me llevé, con las alas que ahora quieren cortar, con las alas que mañana serán alas de libertad.

jueves, 30 de agosto de 2012

TODAVÍA


Y todavía no has entendido
que todos tus recuerdos se marcharán
que todos tus lugares han desaparecido
en el vacío dejaron penumbras
en medio de golpes y aromas pesados
tus tristes pasos ya se han perdido
andando rebeldes por distintos tramos
y todavía hablas, todavía piensas, todavía sueñas
pero hoy ya no estarás, es tu rencor
tu presencia se fulmina con tu rencor.

Y todavía estas llorando
buscas consuelo en la flor marchitada
pides con gritos volar libremente, como antes
aunque el aire ya te ha dejado
asfixiando tu piel, ahogando tu vida
sin respirar tu vida es como papel
un mundano papel gris en blanco
empapado de letal combustible, ¿Para qué?
hoy el fuego consumirá tu amor
destruirán las llamas tu amor.

Y todavía me estas cogiendo
mira lo hondo que ha caído el suelo
bajo tus pies descalzos, blandos
que nunca quisieron andar mi sendero
mi camino, el correcto camino, el que yo anduve
deja las súplicas, ¡Suelta mi mano!
que tantas veces te socorrió de la noche,
como fúnebre cadáver te van a querer enterrar
y bailarán, se mofarán de tu dolor
se alegrarán y escupirán en tu dolor.

Y todavía estás luchando
murmuras entre tu lengua mordaz
y tus dientes colmillosos tu veneno
expeles las arenas lejanas que dejaste frescas
se pierden en tu figura lúgubre, mortal
bañada por ríos impuros de soledad
sin tus fantasmas protectores, cómplices
camaradas infernales que hoy te han demolido
hoy por fin has sentido el temor
de morir, el peor temor.

Y todavía, y todavía
¿Quieres vivir? mira el cielo sobre ti
es oscuro
y todavía estas respirando…

miércoles, 15 de agosto de 2012

EL MASOQUISTA EMOCIONAL


Faltarían razones para explicar mi estúpido comportamiento, y no gastaré las pocas neuronas cuerdas que me quedan para hacerlo. Solo trato de ser yo, de hablar como hablaría yo, de pensar como pensaría yo, pero no puedo. Mi propia mente me acusa de ser el ser más complicado del mundo, de vivir en medio de nubes y ataúdes, de ser el extraño niño habitando la piel de un monstruo, de a veces ser fuego, y otras hielo, de andar paseando mi corazón cada fin de semana por cada puerta del infierno que se abrió aquí en la tierra, y entregarlo al peor Satanás que frente a mí se ponga a bailar. Me seducirá, tomará mi alma al menos por esa noche, me manoseará las entrañas, meterá su dedo en mi boca, beberé de su saliva, pasearé mis manos por su vientre, me desnudará el alma arrancando mi carne, lo amaré como amo las primeras horas de la madrugada, y seré feliz, y fui feliz.
Faltarían muchas más razones para describir los motivos que me obligan a convertirme en un cazador de bestias el sexto día de la semana, de no ser yo, de ser un forastero, tal vez un alienígena, y vagar mi cuerpo regalando sonrisas, besos, caricias, de ser la puta leyenda de la noche oscura y tenebrosa y moverme al son de los sintetizadores, en un estrado, sobre una mesa, en la pista, o en el cielo, ahí me encontrarás, porque amo la música, y amo disfrutar de la música, pero a mi manera.
Salgo de la esclavitud proletaria, entro a mi casa, me envuelvo en mi cobija, lloro, me pongo triste, suena mi celular, pacto mi sentencia de muerte momentánea, vendo mi alma a la noche, me baño, me disfrazo de lo que en verdad no soy, fraseó miles de mentiras, beso a quien no debería besar con un ósculo de Judas, y, y, y, y soy libre.
De regreso a casa encuentro al sol pidiéndome explicaciones, y yo, con los olores de la perdición sólo lloraré, porque sólo sirvo para eso, para llorar.
Faltarían razones para concluir a que se debe mi llanto. O tal vez si lo sé, pero no me quiero dar cuenta… este pobre iluso de noches infernales se enamora de los demonios que lo acompañan a bailar, que lo besan, que le hacen el amor, este pobre idiota se vuelve el saco de huesos que arde en sentimientos anhelando el sudor de quien le presta importancia, este ser inservible se enamora y se desenamora cuando el lunes se aleja del domingo, se deja elevar cual pluma soplada por el viento de la pasión, y luego se desploma cual roca penitente desde lo más alto del cielo hasta lo más profundo del mar… regreso a mi realidad, no era el amor lo que hacíamos, era sexo lo que teníamos, no era cariño lo que por mí sentía, sino deseo, entonces, me pregunto, qué soy yo? Mi corazón responde; soy el masoquista emocional que cambia sonrisas por llantos, que se deja amansar por la noche y humillar por la mañana, que cae al suelo adolorido por ver que los amores de su vida desfilan por sus brazos cada semana, y finge que no le duele, y se pone su máscara para aparentar vigor, fuerza y valor, pero, muere al saber que vive de las migajas que cualquiera le regala, que vive con la esperanza de verse estrujado la próxima vez que sus harapos se vuelvan vestido, que su huida se vuelva llegada, que su muerte se vuelva vida, que su masoquismo se vuelva cinismo, que sus emociones se vuelvan canciones, que Jorge se vuelva JORGE.

miércoles, 23 de mayo de 2012

TUS FOTOGRAFÍAS


Hoy tomé mi ordenador. Abrí los archivos que te encerraban y te vi… después de mucho tiempo, dibujé la figura de tu rostro en mi retina. Tu sonrisa que me hacía sonreír, tus gestos que me enamoraban, el marco de tus cejas, las ondas que formaban tus cabellos, tus ojos de noche eterna, y tu mirada, tu dulce y a veces traviesa mirada. Todo estuvo de nuevo frente a mí, trayéndome a la mente la era de un amor que se esfumó de la noche a la mañana, que salió huyendo de nuestra casa por las ventanas, así, de un momento a otro nos dijo adiós… y se fue a buscar otro hogar.
En mi pantalla estabas tú, tu rostro de papel que brillaba ante mis ojos, tus gestos tiernos y a veces adustos, y aun en el silencio de mi espacio las imágenes me hablaban, oía en tu voz el acento de otro planeta, oía tu voz también musical cantándome melodías en otros idiomas, estabas tú de nuevo… y estaba yo de nuevo. Tú desde algún lugar escondido del oeste y yo, aferrado a la calma del sur, de tu sur, de tu norte, el océano de ideas que nos bañaban, los planes juntos, las mañanas de dulces despertares, las madrugadas apasionadas de besos interminables, la luna que nos espiaba por el techo invisible, el sol que hacía sudar nuestra piel, los veranos a la orilla de una playa que nos aguardaban, los inviernos de café al pie de la chimenea… nuestra gran casa, nuestras mascotas, nuestros hijos, nuestra felicidad… todo se fue, sin despedirse, si quiera.
Empezaría a contar cuantas de tus fotografías había guardado, pero no quise saber la cantidad… quería que se queden ahí, en la incógnita materia de la mente. No quería saber cuánto tenía, quería saber que tenía todo, y todo me lo diste tú, y todo me lo quitaste tú. Miento. Aún quedaban los recuerdos pintados de imágenes que estaba frente a mí, mis ojos se llenaban de ellas, y mi corazón se bañaba en memorias que querían volverse olvido. Olvido ahora que ya no estas, ya no estarás, que te fuiste, o que yo escape de ti, olvido que no habrán posibles encuentros entre los dos, y que estas fotografías son mi mayor anhelo, mi eterno deseo, mi obligado pesar, y me pesa haberlas vuelto a ver, tal vez si las borre ya no me hagan daño. Las vuelvo a mirar, sonrío, apago la computadora, me echo a dormir, tal vez mañana te pueda olvidar.

jueves, 16 de febrero de 2012

¿DE QUÉ COLOR SON TUS OJOS?


¿Cuál es el verdadero color de tus ojos?
Algún día lo sabré, si te miro fijamente, sin mover mis parpados, sin mover mis pestañas. Te veré fijamente a los ojos, y a través de mi mirada tocare tu rostro, sentiré tu aliento, palparé tu corazón. DIJE ALGÚN DÍA, ALGÚN DÍA DE ESTA AZAROSA Y TARDÍA VIDA, O TAL VEZ  ALGÚN DÍA, ALGÚN DÍA… DE MI REPENTINA Y ACASO, GRATA MUERTE. No sabré si estaré totalmente preparado para esa futura mañana, tarde o noche, aunque me gustaría, porque no, conocerte por segunda vez en medio del frío denso, lejano a casa y cercano a la playa de alguna madrugada. Que sean las 4. Aún oscuro, aún noche; y verte entre las sombras del mar, que ondeen tu cabello largo, que aparezcas de la nada, sorpréndeme. Luego sabré que eres tú.
Seguramente me habré quedado dormido la noche anterior, mientras hablaba contigo por celular, tirado en medio de la arena, al pie de una fogata, haciendo dibujos en la arena… no sé, un corazón (enamorado), porque si lo estoy, lo estoy, y tú lo sabes muy bien, estoy enamorado, no sé si antes estuve enamorado, tampoco sé si lo estaré mañana cuando amanezca, lo importante es que en este mismo momento siento que no soy nada sin ti, y estás ahí, caminando sobre las aguas, emergiendo de ellas, y viniendo hacia mí, viniendo a mí, ahora, sabré de qué color son tus ojos, lo sabré porque los amo.
Tu figura se me hará familiar, esa es la silueta que a diario intentaba recordar, delgada, alta, aún estoy sorprendido, aún me sorprende verte allí, en medio de algún pedazo de océano, frente a mí, frente al mundo, porque si estás aquí, junto a mí, es porque por fin te valieron madre los sentimientos puritanos de este pecador mundo, y entendiste que nadie puede apedrearte sin haber sido apedreado.
Me gustaría que corrieses, que aceleres el paso húmedo, y corras hacia donde estoy, pero creo que es mejor así, verte pausado, en cámara lenta, seguro, y aun pensando en una, y en mil cosas. Pensando que este es el “por fin”, que este día no acabará jamás. Ya estoy de pie, ansioso, en verdad lo estoy, y ansioso te veré llegar a mí. Allí estás, en la orilla, mirándome fijamente, y aun no puedo saber cuál es el color que pintan tus ojos, entonces me acercaré, me acerco, me acerqué; y tararearé este verso del himno  de nuestra playa testigo:
“Las arenas de cantos rodados,
acrisolan la fuerza y vigor
de este amor tan valiente y bravío
brillan vivos tus ojos de sol”
Y eso fue lo primero que te dije. Mi boca entumecida y salivada despertó de su letargo para cantarte, y luego decir, con voz tierna “TE AMO”, “TE AMO”, primero tímido, luego más fuerte, y después, gritándole al viento “TE AMOOOOOO!”. Te acercas y me besas, veo tus ojos de sol. Puedo morir en paz.

lunes, 2 de enero de 2012

MAÑANA POR TI

Ayer es hoy
(Y hoy es mañana)
Y mañana por ti
(Tierna esperanza)
Seré quien tú quieras
(Aferrado a tu palabra)
Orden apresada
(La virtud de quien te habla).

El pasado es el presente
(Y el presente es el futuro)
Y en el futuro por ti
(Compañera de mi alma)
Seremos dos linternas
(Iluminadas por la magia)
Amor, hermana
(Mi susurro y tu calma).

La luz de la ventana
(De tu ventana pasada)
Que mi faz enamoraba
(Con sutil desencanto)
Ha dejado huellas ralas
(Dibujadas en mis alas)
De calor, calor prestado
(Y aun de ti enamorado).

La luz que de la sombra escapa
Se extiende rauda
Entre el patio de mi casa
Testimonio de un amigo
De un amigo que ayudaba
Con sonrisas de cristal
Que tu rostro regalaba
Y ya la deuda fue saldada
Mi regalo y tus palabras
Cariño primordial
Mi regalo
Y tu desgracia
Finalmente transformada.

Antes de ser brisa
(Mañanera del silencio)
En tus manos santas
(Era la piel mi privilegio)
Me envolvía, me confundía
(Excitado cuando cantas)
Y el sonido de tus dedos
(Que rozaban mi garganta).

Y ahora que soy olvido
Aun me he visto
Escondido, pero aún vivo
Entre tu conciencia y mi plegaria
Que pinta una promesa
De ver mi aliento soplar tu cabeza
Y ser esa pregunta que asalta la mente
¿Volveré aun, sano o demente?
Y desde aquí
Y desde allá
Me explico que regresaré por ti
Para verte
Desde el hoyo de la muerte
Y a pesar de no ser dos aves del mismo cielo
Replicare con tierno esmero
Mi amor por ti sigue fuerte.

Y mañana reiré por ti
(A carcajadas desatadas)
Y mañana llorare por ti
(A sollozos vergonzosos)
Y mañana viviré por ti
(Aunque mi alma este atrapada)
(Aunque la luz se me esfumara)
(Aunque mi voz se me callara).