miércoles, 7 de noviembre de 2018

LA VORÁGINE DE UN CUADRO QUE CUELGA EN LA PARED DE LA CASA DE MI MADRE Y QUE NO ME ATREVO A MIRAR

No puedo mirarte a los ojos
no, no me atrevo
hace frío en este living room y tú ya no eres el mismo
las luces opacas que cubren los sillones con su velo de melancolía
hacen juego con las mariposas negras
que revolotean en torno a mi desfragmentado cuerpo
se diagrama en mi retina la figura de un párvulo que quiere teta y que no para de llorar
ya no cuelga su febrero de agasajos en el cuello del abuelo colorado
y su manzana acaramelada que fue lo más dulce de su vida
ah, tu sonrisa
se dibuja en cada huesito minúsculo y otra vez la foto es
un torbellino de recuerdos que me laceran

¿de qué sirve mirarte, pequeño?
El jirón Junín ya no es el mismo
el soldado ya perdió la batalla
y yo sigo sin entender el abecedario.

De nuevo solo en la ratonera en la que viven los miserables de Víctor Hugo
te miro, espejo de mate
eres como el diamante y yo como el pico que te ha partido
en dos
en tres
en trescientas cuarenta y cinco mil partes,
infante minotauro
yo soy tu laberinto

(...)