sábado, 9 de abril de 2016

BLACK STAR

Me abraza el cuello con sus garfios de acero. Brillan, en su naturaleza de péndulo, sus cinco puntas
y sus cinco cabezas
y sus cinco coronas.
Sus colmillos de luna iracunda se muestran cuando roseo petróleo en mis hombros. Está atada a mi quijada, inmóvil, amante, cautiva, enamorada. Es,
el ojo sacramentado de Dios
el ano de una bestia infernal
el centro - equilibrio de mi cosmos
unicornio violeta si me place
y una granada guerrillera si quiero.
Un cometa, la capa de Superman, amuletos de telas añejas, la constelación entera.
Halley depravado, maldito, atemorizador.
“Mira, allá en el cielo. Es un pájaro. No, es un avión. Lo que sea, yo también quiero volar”.
Un alacrán encerrado en una esmeralda o quizás en un talismán.
La osa mayor y capricornio tan acuario a veces.
En mi pecho, su sombra nebulosa dibuja un tatuaje epitelial. Soy un cíclope que traga sesos universitarios. Una medusa que petrifica el fuego coital. Me escondo tras su deshumanizada corteza. Es una estrella. Me disfraza su piel. Soy una estrella. Altiva y celeste. Me miro en su reflejo. Muto convertido en un sol fugaz que hace de su abdomen un cielo sin nubes y sin calzón. Cuelga, cuelga, bella bella.
Aló, soledad. Soy un hombre con un puto collar.