Y entonces se escuchó, con
inesperado protagonismo, el timbrar del teléfono. Había optado esta vez por
colocar una canción demasiado llamativa como tono de llamada, la melodía
pareciese invitar al baile. Entonces no dudé en bailar mientras me acercaba,
desde el comedor, hasta la habitación, en donde estaba el celular, echado en la
cama, apoderándose de la energía. Di una vuelta saltando al ritmo de la canción
que aun estaba sonando. Pensé que quien llamaba en breve se iba a aburrir de
estar a la espera de mi voz, así que respondí.
-Hey aló?
-Eh, hola, Jorge, soy yo.
-Sí, pero quién es?
-Soy yo. Ya no reconoces mi voz?
-Eh pues, la verdad no. Ya pues,
dime.
-Quieres pistas?
-Hey no. Espera! Ya sé quién
eres!
-Ah pues que buen…
-Ay ya dime! Que quieres? Te dije
que ya no llames, después de lo que pasó aquella vez en el parque te pedí que dejáramos
de frecuentarnos, y de llamarnos y todo ese tipo de cosas.
-Y tú pensaste que te iba a hacer
caso? Estás loco. Eres mío y no te dejaré escapar. No ahora.
-Tuyo? Perdón? Estás equivocado.
Yo no le pertenezco a nadie. Soy libre y así.
-Eres mío.
-Que no. Soy libre. Nadie me
tiene, nadie me manda. Nadie es mi dueño.
-Yo lo he sido. Lo soy y lo seré.
-Jajajaja. Estás loco. Vete a
dormir.
-No hasta que lo reconozcas.
-Perdón?
-Vamos, dilo. Di que eres mío.
Quiero escuchar.
- Mira. Este. Mejor relájate. Ya
me estás dando miedo. Olvídate de mí por favor. No tiene caso que sigas
pensando en mí. Lo hago por tu bien. Así que…
-Noooooooooooooooooo…
-Sí. Cortaré la llamada. No es
necesario todo esto. Simplemente olvida que existo. Si? Dale, se bueno y hazme
caso por favor.
-Pero, Por qué me huyes? Por qué
te rehúsas a mi?
-Cállate! No hagas dramas.
-Oye, no es drama. Por qué me
esquivas? Por qué cuando te busco no te encuentro? Porqué? Qué te hice?. Ya te
olvidaste del beso que nos dimos aquella vez que nos vimos en el parque de la
esquina de tu casa? Cuando tomabas mis manos. Cuando acariciabas mis cabellos.
Me tocabas, me acariciabas, te acercabas…
-Cállate!
-Y rosabas tus manos húmedas y
nerviosas con mis manos llenas de pasión…
-Jajajaja. Idiota…
-Y te acercaste. Acercaste tu
rostro con mi rostro. La gente estaba allí. Nos miraba, como preguntándose…
-Cállate!
-Como preguntándose… Quiénes son?
Por qué se aman? Por qué aquí? Por qué tanto amor? Amor, amor? Amor, estás?
-…
-Amor estás?
-No soy tu amor.
-Pero esa noche en el parque me
dijiste que me amabas.
-Pues mentí. Loco, mentí.
-Pero besaste mis labios.
-Ya te dije, te mentí. Te vi la
cara.
-Me viste la cara. Acariciaste mi
rostro. Besaste mi frente. Besaste mis mejillas. Besaste mis labios. Y la
gente, atrás, cuchicheando nuestro pecado, nos seguía mirando, creyéndose los
dueños del cielo, los ángeles del paraíso, los santos, y yo que te amo tanto.
- Cállate, que no te sale lo
poeta.
-Por ti me vuelvo un poeta, un
artista. Por ti vuelo. Por ti vivo.
-Por mi?
-Sí, por ti amor de mi vida, de
la vida que vivo hoy y de las vidas que viviré mañana.
-No me jodas…
-No te jodo. Te amo.
-No es cierto. Tú sólo me deseas.
-Te deseo porque te amo pues.
-Tú no quieres mi corazón. Tú
quieres mi cuerpo.
-Eh…
-Ves?
-Fue broma.
-Idiota vete a la mierda…
-La mierda? Jorge, yo soy un
camino lleno de mierda por dónde vas a tener que andar.
-Asi? Qué miedo me das. Yo no
ando pisando mierda. Yo sé muy bien por donde camino.
-Esta mierda en medio del camino
aguarda que salgas mañana y andes por la calle. Te estaré esperando donde menos
te lo esperas.
-No te tengo miedo…
-Pues deberías. Me gustas y serás
mío, así tenga que volverme mierda.
-Idiota.
-Espérame. Iré por ti.
-…
-Un beso mi vida.
Colgué lentamente. La respiración
del que se decía así mismo mierda en medio del camino se escuchaba al otro lado
del teléfono como esperando alguna respuesta a su proposición. No dudé y
colgué. Me inundó el miedo. Qué podrá hacer? Qué será capaz de hacer? Qué
pasará?