martes, 28 de febrero de 2017

LAS PERAS

Las peras
son dos
y bailan
al ritmo del limón,
peores cosas han pasado
tanto así que he besado tus labios
con sabor a pera
y yo tan limón,
suelto la pluma
y vuela que vuela,
te escribo desde el fondo de mi corazón
que no espera.
¡Malditas peras!
Han de morir en la ensaladera
ahogadas en azúcar
y en sangre de frutas saladas
he de morir también yo.
¿Dónde están, pequeñas esferas?
¿Dónde reposan sus verdes caderas?
Me quedo solo
al pie de la cocina que más parece un cementerio 
ay, ojalá me doliera
ojalá tu mudable sabor,
pues
es de humanos
sonreírle al cuchillo
aunque tantas veces no quiera
y es de objetos
padecer en carne propia el agrio dolor,
vuelvan a mi lado
regrésenme el amor que se fermenta en la cáscara y en el paladar
mis dulces compañeras
vuelvan ya
que este pobre pan mojado
levadura no es más.

martes, 14 de febrero de 2017

PRONÓSTICO DEL AMOR

Amamos a quien podemos y no a quien queremos. Amamos, a veces sin amar. Todos amamos a quien no nos ama. Amamos la vida y su eterno deseo. Amamos lo prohibido, lo negado, lo nunca obtenido. Amamos de noche y muy temprano en la madrugada. Amamos aquello que reposa en la vitrina, inalcanzable. Lo amamos despacio y en silencio. Evocamos lo amado como si de lo soñado a la realidad hubiera saltado. Lo contemplamos, lo perseguimos y no reparamos en la dosis de amor que nos gastamos. Amamos como animales, estremeciendo la piel y revolcándonos en la tierra. Amamos el vértigo de la cama, la complicidad de la almohada y el calor de las sábanas. Amamos comernos en el banquete del sexo y amamos morir con el vientre extasiado. Amamos la lengua, los dedos, los huecos y el falo. Amamos el pecado que reposa en los labios y amamos las manos sucias, las venas sangrantes y la dermis salada a la hora del llanto. Amamos lo que no vemos. A ciegas, amamos. Amamos echados y amamos parados. Amamos lentamente y en ocasiones con descaro. Amamos lo que echamos de menos y nos aburre lo que a nuestro costado espera ser amado. Lo despreciamos. Amamos al vecino y al extraño. Amamos lo del otro sin siquiera pedir permiso. Amamos amarlo todo, aunque nos quedemos sin nada. Amamos al amante más que al esposo, y ama más la madre que el hijo, porque el pequeño no sabe de amores, mas sí de calientes fragores. Si vibra, lo amamos. Si le queda poco tiempo de vida, lo amamos. Si quema, lo amamos. Si acaba de nacer, lo amamos. Si acaba de morir, lo amamos. Si es de noche, lo amamos. Si es ilícito o clandestino, lo amamos. Si es ajeno, lo amamos. Si va al gimnasio, lo amamos. Si nos golpea, lo amamos. Si es carne, lo amamos. Si nos cuesta, lo amamos. Amamos comprar amor, amamos venderlo o alquilarlo, pero no amamos regalarlo. Amamos terriblemente mal y olvidamos peor. Amamos lo que odiamos y odiamos porque por amor no nos enamoramos. Amamos porque creemos en el amor, y creemos en el amor porque tenemos corazón.

miércoles, 1 de febrero de 2017

AHUEVADO

Ahuevado,
caminante que avanza despacio
como contando sus pasos
monetizado
agobiado
sudoroso y lleno de lodo,
ahuevado
casi vencido
a punto se ceder el corazón lacerado
caído, pobre y abandonado
se mira los pies hundidos en el barro
ay de sus sueños que en su copa murieron
hartos de ser en vano
hartos hasta el cansancio,
ahuevado en su trabajo
que se queden sin domingos sus descansos,
su famélico cuerpo
no ha de necesitar
del mundo sus samaritanas manos
de la vida sus aburridos veranos
y los alientos hipócritas
de las ovejas del rebaño,
ahuevado
en su soledad
la muerte lenta
va caminando…