jueves, 26 de septiembre de 2013

TENGO TANTAS COSAS PENDIENTES

Tengo tantas cosas pendientes.
Tengo una sonrisa que no se quiere asomar. Los labios que no se quieren relajar. Un ademán que esconde el puñal.
Tengo en el recuerdo tus ojos que no me quieren mirar. Están ahí. Frente a la luna. Frente al mar. Frente a mi ser. Frente a mis ganas de amar.
Tengo tu aroma que excita mi piel.
Tengo el calor de tu mano izquierda derritiendo mi pecho vuelto hielo.
Tengo el camino de arena que nunca descalzos pudimos andar.
Tengo en la memoria tu rostro invernal. Las nubes que poblaron el cielo de Agosto que aun no se quieren evaporar. Cada grano de tierra que habita el parque donde solíamos pasear.
Tengo el calor del último cigarrillo que encendiste frente al mar.
Tengo la piel canela. El sol que no aparece más. La gris humareda que bailaba en el cielo.
Tengo en mi mano un pedazo de tu corazón.
Tengo tus ganas de ser mío. De nuevo tus ganas de amar.
Tengo tu vientre desnudo vencido en mi alcoba. Te tengo aquí, en mis memorias de papel.
Tengo tu sonrisa pendiente del retrato.
Tengo tu cándida mirada que nace del ayer. Tu fragancia que invita al encanto. La luz prendida. La luz apagada. Tu piel forrando la mía. Hallando en la pasión desenfrenada lo que llamamos vida.
Tengo tus manos recorriendo sin prisa mis piernas.
Tengo la noche como testigo que sonroja sus mejillas.
Tengo tu fiera locura colgada de mi tierna cobardía.
Tengo en el armario de mi pecho el deseo de las cosas que quise tener.
Tengo en la frente mi culpa por no saberte cuidar. Por no saberte querer.
Querer.
Querido.
¿Cuándo te volveré a ver?
Tengo la pegunta fresca disipada entre lágrimas que agobian mi arrepentido ser.
Tengo las cartas que me escribiste. Las flores que un día me encargaste mantener. Las tengo marchitas esparcidas en mi hogar.
Tengo el sonido latente de tu corazón cada vez que me decías amar.
Tengo el sudor en mis manos de verte sueño mío, de verte realidad.
Tengo que tomar mi camino de vuelta a casa.
Tengo que volar en medio del mundo para irte a buscar.
Tengo que hacerlo.
Tengo las horas insistentes.
Tengo que hacerlo ya.
Tengo entre mis dientes las ganas de volverte a besar.
Tengo que dejarlo todo para verte de una noche a mi lado despertar.
Tengo que ser la llama ardiente que encienda tu rostro pasional.
Tengo que hacerlo ahora.
Tengo que dejarme de lamentos, de posibles, de acasos.
Tengo que dejar ahora mismo el teclado y decidirme ya. O eres tú, o no es nadie más.
Tengo tantas cosas pendientes. Tengo que correr tras el color de tus ojos. Tras el perfume de tu piel. Tras el sonido de tu voz. Tras la caricia de tu mano. Tras tu manera de amar.
Tengo que sacar de mi maleta los bultos que impiden mi huida hacia ti, volverme liviano, tengo que estar allí.
Tengo que echar por la ventana de mi cuarto los problemas de mamá, los gritos de papá. Todo aquello que me ate al pasado.
Tengo que salir del vacío de la oscuridad y de la mentira.
Tengo que olvidarme del pasado y volver a recorrer de tu mano los caminos de la vida.
Tengo que ver la luz.
Tengo tantas cosas pendientes. Tengo tanto que hacer, y nada hago aún.

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